Como la vida misma.

la vida es subjetiva y cada uno tiene su forma de verla, no sirve de nada lamentarse, por muchas lagrimas que derrames, no cambiará, así que solo puedes respirar hondo y decir "bueno, algo tendré que hacer, no?"
Y punto, aceptar la vida y aceptarte a ti mismo, la situación en la que vives, porque no puedes cambiar de vida, has nacido en esta, no hay más.
Pero la vida es la historia más impredecible del mundo. Tiene sus partes buenas, sus capítulos divertidos, y los que no lo son tanto.
Sea como sea, es tu historia y no la puedes cambiar, solo puedes intentar que dentro de lo malo, sea buena.
Aferrarte a algo por lo que seguir viviendo, motivarte y levantarte cada día con el mismo pensamiento: "yo puedo".
Sí quieres convencer a alguien de que eres el mejor, tienes que creerlo.
Al fin y al cabo, sea de la forma que sea, la vida hay que vivirla, así que mejor degustarla al máximo, saborear cada destello de felicidad y guardar en la retina de tus ojos los momentos más preciados.
Solo tienes que querer ser feliz para empezar a serlo.
Aprovéchala antes de que ya te puedas arrepentir...

La parte buena.

La vida es efímera, o eso dicen: "ha vivir que son dos días". Pero en esos dos días da tiempo ha hacer demasiadas cosas. Algunas buenas, otras malas, de las que nos tenemos que arrepentir y de las que no. De las que nos avergonzamos, y de las que nos damos por satisfechos. Pero sea como sea, te sientas como te sientas, ya están echas y no hay vuelta atrás. Cada acción tiene su reacción, como dijo seguramente alguien importante.
Si no sale bien, no te preocupes, es cierto que no lo puedes hacer desaparecer, pero puedes darle la vuelta para ver el lado bueno.
La vida es una caja de sorpresas en la que has de meter la mano a ciegas.
Solo hay que tener buena suerte y saber diferenciar lo correcto de lo que no lo es.
Recuerda: el futuro no es más que el resultado del presente

Sin rendición

Justo cuando todo parece perfecto, cuando piensas que tu vida no podría ser mejor, sale algo, aparece de la nada, y como no, hace que todo se derrumbe, te das cuenta de lo necia que has sido, de que tu vida no era ni mucho menos perfecta, que la perfección llega ahora.
Y lo tienes que perseguir, sin rendirte, un solo movimiento en falso y todo se podría echar a perder.
Una sola palabra, mirada, caricia, y todo sobrepasaría la perfección.

No te rindas. Cuando todo parece imposible, tienes que pensar que no lo es.

El mundo fue creado, y nosotros lo destruiremos.

El mundo es tan injusto que me da asco.

Hay pobreza, guerras, miedo, desilusión, fracaso, indiferencia, injusticias, catástrofes. La gente sufre; a veces es difícil recordar que también pasan cosas buenas y a veces, simplemente, no pasan.

La gente nace, vive, sueña y se va marchitando.
¿Es resignarse pensar que no hay más que eso?
Recuerda: los límites de tu vida los marcas tú.