jueves, 10 de marzo de 2011

Como la vida misma.

la vida es subjetiva y cada uno tiene su forma de verla, no sirve de nada lamentarse, por muchas lagrimas que derrames, no cambiará, así que solo puedes respirar hondo y decir "bueno, algo tendré que hacer, no?"
Y punto, aceptar la vida y aceptarte a ti mismo, la situación en la que vives, porque no puedes cambiar de vida, has nacido en esta, no hay más.
Pero la vida es la historia más impredecible del mundo. Tiene sus partes buenas, sus capítulos divertidos, y los que no lo son tanto.
Sea como sea, es tu historia y no la puedes cambiar, solo puedes intentar que dentro de lo malo, sea buena.
Aferrarte a algo por lo que seguir viviendo, motivarte y levantarte cada día con el mismo pensamiento: "yo puedo".
Sí quieres convencer a alguien de que eres el mejor, tienes que creerlo.
Al fin y al cabo, sea de la forma que sea, la vida hay que vivirla, así que mejor degustarla al máximo, saborear cada destello de felicidad y guardar en la retina de tus ojos los momentos más preciados.
Solo tienes que querer ser feliz para empezar a serlo.
Aprovéchala antes de que ya te puedas arrepentir...